El aumento de los precios de la gasolina es un reto más para los residentes que se dirigen a la segunda temporada de vacaciones de la pandemia, con problemas en la cadena de suministro y la inflación.
Brian Sproule entrecerró los ojos contra el sol el lunes mientras examinaba el tablero de precios en una estación de Chevron en el centro de Los Ángeles, donde un galón de gasolina regular costaba 6.05 dólares.
“Vimos que todos los precios están aumentando, es una locura”, manifestó. “Incluso la carne para asar en el mercado cuesta entre 25 y 36 dólares, así que nos dijimos: ‘Ni modo, tenemos que cambiar nuestros planes para que [Acción de Gracias] sea asequible’”. “La gran mayoría de la gente va a hacer viajes por carretera -especialmente este año- para reconectarse con sus seres queridos”, señaló el portavoz de la AAA del sur de California, Doug Shupe. “Las personas están deseando salir y volver a tener ese tradicional Día de Acción de Gracias con sus amigos y su familia”.
Esta cifra supone unos 7.9 céntimos más que hace una semana, 20.8 céntimos más que hace un mes y 1.52 dólares más que hace un año, según la AAA. Y aunque el retraso en los puertos de Los Ángeles y Long Beach está creando un enorme dolor de cabeza para los bienes de consumo que podría repercutir en la Navidad, no está teniendo mucho efecto en los precios de la gasolina, expuso Borenstein, ya que el petróleo y el gas que entran en el estado vienen a través de puertos especializados.